Consejos prácticos para comprar un coche usado
La compra de un coche usado es una gran oportunidad para reducir tus gastos. Al comprar un coche de segunda mano se puede ahorrar no sólo en el precio inicial del coche, sino también en los costes del seguro.
Hoy en día, cada vez más personas prefieren comprar coches de segunda mano, porque investigando bien se puede encontrar un coche de alta calidad.
Por supuesto, el proceso de compra de un coche usado puede ser bastante difícil, ya que nada garantiza el éxito. Es como caminar por un campo de minas en el que hay que saber evitar las trampas. Por lo tanto, hay algunas cosas importantes que debe tener en cuenta y comprobar antes de desembolsar el dinero que tanto le ha costado ganar.
Determine sus necesidades
Antes de empezar a comprar un vehículo, tienes que decidir qué tipo de coche se adapta mejor a tus necesidades. ¿Necesitas una furgoneta familiar espaciosa, un camión para el transporte de mercancías, o tal vez un coche pequeño para ir a la oficina o a una tienda local? Al responder a estas preguntas elegirás el coche adecuado.
Establezca un presupuesto
Antes de empezar a buscar tu coche ideal, tienes que evaluar tus finanzas y tu capacidad de gasto. Esto te ayudará a ahorrar tiempo, ya que sabrás exactamente qué coche te puedes permitir.
Escoge un modelo de coche y realiza una buena investigación
Una vez que hayas determinado tus necesidades y evaluado tus finanzas, tienes que decidirte por un modelo de coche. Para saber qué coches hay en el mercado, puedes navegar por Internet o visitar tu concesionario local.
Inspecciona el coche
Después de encontrar un coche adecuado, tienes que inspeccionarlo a fondo. Nunca compres un vehículo sin probarlo. Es aconsejable probar un coche en distintas condiciones de la carretera si bien también deberías acudir a una planta de revisión técnica para que hagan una inspección en detalle.
Esto te ayudará a entender si te sientes cómodo o no al conducirlo.
Inspeccione siempre la carrocería. Busca óxido, corrosión, arañazos y otros daños. El óxido es probablemente lo más dañino, así que presta mucha atención al inspeccionar el coche. Camina alrededor del coche y mira las puertas y las aletas. Notarás fácilmente las reparaciones en efectivo, que no fueron arregladas correctamente. Si observas algún desperfecto, el concesionario debería arreglarlo. De lo contrario, puede pedir una reducción del precio.
Comprueba el cuentakilómetros. Mira el kilometraje para comprobar si se corresponde con el estado general del coche. Las marcas de desgaste en la palanca de cambios y el pedal de freno desgastado suelen indicar que el coche ha hecho un gran kilometraje. El asiento del conductor desgastado también es un signo de alto kilometraje. Hay que prestar mucha atención al motor, porque es el “corazón” de tu coche.
Pida consejo a un profesional
Comprobar todas las características técnicas puede ser difícil, sobre todo si no tienes experiencia en la inspección de vehículos. Para obtener un informe detallado sobre el estado general del coche que piensas comprar, es aconsejable contratar a un mecánico profesional.