Eligiendo la chimenea en verano

No podemos negar que hay pocas cosas que pueden apetecer menos en verano que acercarse a una chimenea. En plena canícula mientras la temperatura no para de subir los termómetros el mero hecho de pensar en un fuego encendido no puede por menos que dar repelús.

Sin embargo, es el momento ideal de ponerse a buscar la chimenea perfecta para nuestro hogar. De lo contrario cuando nos queremos dar cuenta ha vuelto el invierno sin que estemos preparados para resguardarnos del frío adecuadamente. Un año más, simplemente iremos tirando de apaños para calentarnos en vez de buscar la mejor solución.

Por seguir la fábula, se trata de convertirnos en una especie de hormiga precavida que prepara su casita para tener una buena eficiencia térmica. Con un pequeño esfuerzo podremos dejar de ser, aunque sólo sea por un rato, la cigarra disfrutando de un soleado día de playa, a la larga valdrá la pena.

La buena noticia es que podemos emprender nuestra búsqueda tranquilamente desde casa, junto al ventilador o con aire el acondicionado a tope si hiciera falta. Ningún fuego tiene porque estar encendido, salvo que sea el de la barbacoa, a ser posible junto a la piscina y por supuesto con una buena conexión Wi-Fi flotando en el ambiente.

Las ofertas de verano

Uno de los mejores motivos por los que comprar la chimenea o estufa en verano es que encontramos precios más bajos y ofertas especiales. Las tiendas aún tienen que vender las últimas remesas de la última temporada de frío para liberar espacio de almacenaje.

Por otro lado, está el factor psicológico que hace que con el calor sean menos las personas que se comporten como una hormiguita de la eficiencia térmica. Esto hace que bajen los precios nos permita encontrar chimeneas de verdad interesantes con una relación calidad precio a tener en cuenta.

Haciendo los cálculos

Sin duda otra de las grandes ventajas de comprar con antelación, ya sea una chimenea en verano o un ventilador en invierno, es que podemos tomarnos tiempo para hacer las mediciones necesarias y en este caso calcular cuánta potencia de calefacción vamos a necesitar.

En función de esto será más fácil también decidirnos por cuál es el sistema que vamos a utilizar ya que hay muchos tipos de chimeneas. Desde la clásica chimenea empotrada de leña idealizada en tantas películas, hasta las modernas estufas de pellets, las eléctricas controladas por el móvil o las chimeneas de bioetanol con su toque de diseño.

El objetivo es elegir el sistema más eficiente que a la larga nos permita ahorrar algunos euros, además de colaborar en reducir la huella de carbono y por tanto ser más ecológicos.

Preinstalación

Las chimeneas de fuego suelen necesitar de una extracción de humos vertical de techo o cubierta, lo que conlleva una preinstalación y en algunos casos incluso una pequeña obra. Una vez más vale la pena adelantarnos y hacer este tipo de trabajos para facilitar la instalación de la chimenea.

Hacer acopio

En el caso de las chimeneas de leña o incluso de pellets es necesario tener suficiente madera para superar el invierno. Así que, en aquellas casas que dispongan de secaderos o de un espacio adecuado para almacenar la leña, el verano es el momento para hacerlo.

Estos son sólo algunas de las ventajas que hacen recomendable comportarse como la super hormiga de la eficiencia energética y mejorar el hogar para disfrutar invierno calientito y un poco más económico. Pero si prefieres seguir siendo una cigarra veraniega pues disfrutarlo que a buen seguro te lo habrás ganado.

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